SILENCIO E INDIFERENCIA SIMBOLOS DE AGRESION

SILENCIO E INDIFERENCIA SIMBOLOS DE AGRESION

SILENCIO E INDIFERENCIA GENERADORES DE VIOLENCIA

SILENCIO E INDIFERENCIA GENERADORES DE VIOLENCIA

sábado, 27 de febrero de 2010

UNA CARTA PARA TI QUE ERES MUY IMPORTANTE PARA DIOS

Por hoy, he decidido ser Tu cliente. No importa en qué parte de la organización estéS, no importa qué parte del trabajo desempeñaS; eres parte de mi experiencia de servicio al cliente. Tu determinas si regreso o no.

Cuando visito o llamo a tu lugar de negocios, espero ser tratado bien por la gente que me espera.

Pero juzgo tu trabajo mucho más que por tu "servicio al cliente". Observo todo. Hago preguntas: ¿Está todo limpio y en buenas condiciones? ¿Es el servicio o producto de buena calidad? ¿Llegó el servicio al tiempo y en buenas condiciones? ¿La forma de efectuar los pagos y el personal son eficientes y correctos? ¿Estan los estantes bien provistos y ordenados? ¿Los mensajes telefónicos son claros y fáciles de entender? ¿Cuánto tiempo tengo que esperar al teléfono o me pasan de departamento en departamento?

Quizá, nunca me conocerás personalmente. Quizá ni me veas. Pero debes apreciarme mucho. Soy, después de todo, la razón de que tus negocios existan, la razón de que tengas trabajo. Haz bien tu parte para que yo mejore mi experiencia, y volveré para darte mis mejores ganancias.
Atentamente,

Su cliente.

Dele al mundo lo mejor de Ti y lo mejor volverá a Ti.

Efesios 6:7 Sirviendo de buena voluntad como al Señor y no a los hombres.

“Dios no te hubiese dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.” Hector Tassinari

¿Alguna vez te has dicho “soy un fracaso”? Probablemente eres de esas personas que piensan que nadie te quiere, nadie te entiende, que todo te sale mal, que lo que te ha tocado vivir no ha sido bueno. Es casi seguro que lo que tu puedas estar experimentando es el síndrome del “patito feo” ese que te hace sentir deprimido por no estar a gusto con lo que estás viviendo. Este nombre se debe al cuento de Hans Christian. Andersen “El patito feo” escrito en 1845.

La razón por la cual muchas personas pueden llegar a sentirse fracasadas es porque están buscando o tocando las puertas equivocadas, es la búsqueda del amor con motivos equivocados, es la búsqueda del éxito en lugares incorrectos y de manera incorrecta. Si conoces la historia del “patito feo” este terminó siendo un hermoso cisne, que cuando el pensó que todo había terminado resulta que todo cambió.

Cuando piensas que todo está acabado, déjame decirte que todavía Dios no termina contigo, es hora de que cambies de actitud. Es hora de que te levantes del fracaso.

“Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo!…” Isaías 43:18,19ª (NVI)

Los fracasos que hayas tenido en la vida, no significan que eres un fracasado. Tú puedes aprender de cada uno de tus fracasos y buscar en ellos las oportunidades que te permitan desarrollar todo el potencial que hay en ti.

Hay personas que han experimentados fracasos en sus relaciones, fracasos en sus negocios y hoy en día están disfrutando la oportunidad de aprender de sus errores.

Lo más importante en la vida es reconocer nuestros errores, poder resistir y perseverar en medio de la prueba, y entender que después de la tormenta viene la paz.

Alguien dijo que somos como nos vemos y que de acuerdo a ello será nuestra vida. Si sigues viéndote como un fracasado, actuarás como uno y tu vida será de fracasos. ¿Cuándo estás frente al espejo como te ves? ¿Te ves como un ganador o como un fracasado? ¿Te animas o te desanimas? ¿Con que actitud te levantas cada mañana?

Lo que te puede ayudar es encontrarte con tus sueños. Si puedes encontrarlos tu vida será diferente. Cuando hay sueños, hay necesidad de ganar, de salir adelante y conquistar al mundo.

“Tu sueño determina tus metas. Tus metas trazan tus acciones. Tus acciones crean resultados. Los resultados te traen éxito”. John C. Maxwell

Y puedes decirme que conoces gente que tienen sueños y han ido tras ellos, y su sueño se convirtió en una pesadilla. Yo también los conozco y te puedo decir que ninguno de ellos planificó, no establecieron metas, no buscaron la ayuda correcta que les permitiera llegar a su destino. Cuando tienes un plan, tienes metas, tienes la estrategia y tienes las personas correctas para apoyarte el éxito está garantizado porque cuentas con la energía suficiente para alcanzar tus sueños.

¿Tienes un plan para alcanzar tus sueños?

Es increíble como hay personas que han descubierto sus propósitos y están desarrollando su potencial, leemos y escuchamos sus testimonios de cómo sus vidas son diferentes, matrimonios y familias restauradas, vidas influenciando en sus trabajos, siendo efectivos, iniciando empresas, retomando sus estudios, venciendo temores al hablar, al nadar, al conducir un auto, descubriendo lo bello de la vida.

Tú también puedes lograrlo. La vida es para vivirla no para lamentarla, es para disfrutarla en abundancia. No temas fracasar y prepárate para aprender. Elévate y remóntate en las alturas! En amor y liderazgo!!

Bendiciones!!!Los Amo en el Amor de Cristo!!!

BIENVENIDOS TODOS LOS "JETROS" A NUESTRA VIDA

(Éxodo 18:13-27)

Tu familia y tu parentela, pueden llegar a ser una gran bendición para tu ministerio.

El mal concepto, a veces hasta burlón y grotesco, que de ellos tienes, es necesario que lo cambies radicalmente. Por el contrario, ellos han sido o pueden ser, solo si tú se lo permites, los otros padres que necesitas..

En algún momento de su vida Moisés tuvo que reconocer que entre todas las bendiciones recibidas de Dios, la presencia de su suegro Jetro, llegó a ser de incalculable valor, la mejor de todas sus bendiciones

Aunque Jetro no era un hombre de estirpe judía, de alguna manera tuvo la sensibilidad que el Dios de Moisés, era el Dios verdadero v.11. Esto le permitió entender y soportar el llamado que Moisés recibió, hasta el punto de quedarse con su hija y sus nietos mientras él sacaba al pueblo de Israel a la libertad. Sin embargo, la sabiduría de este hombre lo llevó a reconocer que él no debería criarle los hijos a Moisés y que la esposa tenía que estar con su esposo. Así emprendió el viaje al desierto para entregarle la familia a Moisés.

Por otro lado, Jetro era un hombre de aguda visión y un excelente administrador. Esto se puso de manifiesto, cuando después de haberse gozado del testimonio que su yerno le contó sobre cómo Dios lo había usado sacando al pueblo de Israel, se dio cuenta que Moisés necesitaba una mejor orientación administrativa. Jetro vio cómo Moisés se sentaba todo un día a hacer la labor de "consejería".

En el primer diagnóstico de aquella inusual experiencia se dio cuenta que estaba en presencia de un hombre "orquesta". Estaba solo haciendo el trabajo. Vio a un hombre que se estaba agotando porque el no era un "superman", pero también se dio cuenta que el pueblo se estaba cansando y hasta frustrándose porque muchos de sus asuntos no podían ser atendidos.

Fue así como Jetro encaró a su yerno con la célebre frase "no está bien lo que haces". A partir de alli ningún consejo había sido tan eficaz como el que Jetro dio a Moisés para dirigir a su pueblo.

Bien pudiéramos decir que Jetro le salvó el "ministerio" a Moisés a partir del consejo de buscar a hombres de "virtud, temerosos de Dios, varones de verdad..." v.21. Tanto Moisés como el pueblo marcharon mejor.

En la vida necesitamos de buenos consejos para seguir adelante. Si alguna vez nuestros "Jetros" piensan o nos dicen "no está bien lo que haces", debiéramos verlo no como una crítica, ni como envidia, ni como celos, ni como un complejo, ni como falta de sanidad interior, ni como una injuria, ni como un chisme, ni como una murmuración, ni como un reproche; todo lo contrario, deberiamos verlo como la oportunidad que se nos da para mejorar las cosas, para crecer, para madurar. ¿Qué hay detrás de un buen consejo como este?

I. NO SIEMPRE LO QUE HACEMOS ES LO MEJOR

La presencia de una segunda opinión muchas veces tiene la misión de ayudarnos a ver las cosas de una manera diferente.

Moisés creyó que su trabajo de aconsejar a su pueblo como lo estaba haciendo era lo mejor. De alguna manera se formó en su mente el concepto que por cuanto él era el líder nadie más podía hacer su trabajo.

No era esto un capricho; esta fue la forma que él halló para ayudar a su pueblo. A lo mejor las profundas experiencias vividas con su Dios en la montaña, y el conociendo de saber que dirigía a un pueblo de "dura cerviz", lo había llevado a ver las cosas bajo esta forma.

Y estando en la administración de justicia para cada caso, su suegro Jetro lo confrontó con dos preguntas claves: "¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante desde la mañana hasta la tarde?" v.14 Con esta pregunta Jetro se percató que Moisés no iría muy lejos en su trabajo.

De hecho, en el presente diálogo hace una seria advertencia para que Moisés cambiara de rumbo: "Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo" v. 18.

La advertencia de Jetro, y luego el sabio consejo para que Moisés cambiara en su manera de ver las cosas, sirve de orientación para nuestras vidas.

Nos habituamos a hacer las cosas de una forma que el solo hecho de pensar que las estamos haciendo mal, nos produce rechazo. Tenemos una tendencia natural a pensar que como yo lo hago nadie más puede hacerlo. Pero el principio del reconocimiento, de admitir que pudiera haber una forma mejor de hacer las cosas, es la gran puerta para mejores bendiciones.

En este pasaje vemos una de las más notables virtudes de Moisés: su humildad y mansedumbre. No le vemos discutir, ni confrontar con su suegro respecto a hacer las cosas de otra manera. No hay en él un análisis de su comportamiento. No hay en él tal cosa como que "así fui formado y así lo hago".

Todo lo contrario, se ve más una apertura para el cambio; una sensibilidad para ser y hacer mejor las cosas. En la vida necesitamos oír una voz que nos diga "no está bien lo que haces". Seríamos mejores creyentes y mejor testimonio, cuando pongamos más atención a esa voz interna.

II. LO QUE HACEMOS PUDIERA REQUERIR DE MEJOR DIRECCIÓN.

El consejo de Jetro estuvo lleno de una gran sabiduría. Por un lado recomendó la importancia de que el líder tomara cuidado de su propia condición. Es como si Pablo le estuviera diciendo a Timoteo "Ten cuidado de ti mismo... pues haciendo esto, te salvarás ti mismo y a los que te oyeren" (1 Ti. 4:16) Jetro se dio cuenta que las fuerzas vitales de su yerno estaban en peligro.

Si Jetro hubiese sido "un psicólogo", hubiese diagnosticado para Moisés, que continuara haciendo las cosas como pensaba, un desgaste emocional, un cansancio cerebral, una gran fatiga de un corazón cargado de ansiedades y tristezas; y lo que es más severo, una gran frustración por no poder resolverle los problemas a su gente.

¿Nos estará hablando a los pastores esta situación? Una de las cosas que debe aprenderse en la vida, y en especial la de un líder, es que él tiene que descubrir que Dios puede usar a otros para que fortalezcan mejor nuestro trabajo.

Cuando el suegro le dijo a Moisés que no estaba bien lo que estaba haciendo, lo estaba no solo protegiendo, sino también confrontándole a hacer mejor las cosas.

Un fracaso de Moisés tenía tres implicaciones: uno para su propia vida y su sagrado llamado; otro para el pueblo que estaba bajo su responsabilidad; pero también el que tenía con su propia familia. La esposa y los hijos requerían del padre fuerte y responsable. ¡El suegro no quería tener a una hija viuda y unos nietos huérfanos!

Bienvenidos los consejos que tienen el propósito de orientar mejor la dirección que hasta ahora llevamos. Bienvenidas, incluso, las situaciones adversas que nos muestran que lo hemos venido haciendo no nos conviene sino que nos lleva a algún desastre personal. Bienvenidas todas las pruebas que tienen el propósito de sacar lo mejor que hay en nosotros todavía.

Lo peor que le puede pasar a la vida cristiana es aquel donde se cree que no hay nada malo en lo que se hace, aun aquello que se le ha encontrado alguna justificación para hacerlo.

Hay hábitos y actitudes que requieren de un "Jetro" para confrontarlos.
Los hombres y mujeres que Dios usa son aquellos que se mantienen dispuestos a sufrir severos cambios que los llevaran a ser mejores siervos y cristianos.

III. LO QUE HACEMOS BIEN BENEFIARÁ A TODOS

El consejo de Jetro dado a Moisés fue muy práctico. Lo único que él tenía que hacer era ciertos cambios de dirección administrativa. La presencia de otros en su "ministerio de consejería" le quitaría de una manera ostensible la carga que se agolpaba sobre sus hombros. Se le sugirió la idea de tener un "equipo pastoral" para semejante tarea.

Bien vale la pena resaltar en esta parte las excelentes cualidades del equipo que debería ayudar a Moisés en el delicado trabajo de orientar y ministrar en las necesidades de otros: "Además escoge tú entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez" v. 21.

¡Oh, si tan solo tuviéramos hermanos con estas cualidades en los diferentes ministerios de la iglesia, otros resultados serían! Es de esperarse que un grupo de hombres con tamañas cualidades éticas y espirituales traería los más grandes beneficios para el pueblo y sus dirigentes.

Haciendo esto, Moisés no dejaría de cumplir con sus responsabilidades como líder de su pueblo v.20, sino que pondría a aquellos que él pensaba que lo criticaban y murmuraban, al frente de la obra.

Uno de los textos más ilustrativos de este pasaje es el que dice: "Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo" v. 24. Desde entonces no se sabrá más de mala organización en el pueblo.

Moisés entrenó a los "hombres fieles", según decía Pablo a Timoteo. Ellos compartieron las cargas con él. Todos formaban parte ahora de la misma visión y del mismo compromiso.

¿Cuántos excelentes, abnegados, leales y fieles de los que se congregan domingo tras domingo deberían ya ser maestros y todavía están buscando leche para alimentarse porque sus pastores no permiten su inclusion en sus actividades, alegando siempre "No, porque aqui "EL PASTOR SOY YO"?

La iglesia debe ser un equipo organizado. Cada creyente debe capacitarse para hacer su ministerio. Eso es la enseñanza de Efesios 4.

Estamos llamados a cambiar. Pueden haber diferentes caminos para levantarnos sobre lo que estamos haciendo. A lo mejor pensamos que lo que estamos haciendo sea lo mejor, pero debemos escuchar los consejos de otros, reconocer nuestros errores y darnos cuenta que somos nosotros quienes estamos fallando. Tal vez, se requiere de hacerlo mejor.

Y debemos recordar que cuando hacemos las cosas bien, tenemos el gozo de nuestro propio esfuerzo y podemos bendecir muchas vidas con ello.

Esta fue en esencia el consejo que Jetro le dio a Moisés.

La actitud de humildad y aceptación que manifestó Moisés, dando con ello apertura a los cambios, debiera ser una característica de todo creyente y en especial de todo líder.

Si alguien nos dice que no está bien lo que estoy haciendo, no reaccionemos defendiendo la posición, pudiera haber una salida mejor para lo que estamos haciendo. Demos la bienvenida a todos los "Jetros" en nuestra vida.

Dios los bendiga!!!!

CUANTO TIEMPO VA A DURAR ESTE ATAQUE???

“….Y HABIENDO ACABADO TODO, ESTAR FIRMES.” (Efesios 6:13)

La magnitud del precio determina la intensidad de la lucha.

El enemigo conoce tus puntos vulnerables y te llevará hasta el límite de tus fuerzas.

Cuando lo haga, recuerda: “Dichoso el que resiste… porque, al salir aprobado, recibirá la corona…” (Santiago 1:12 NVI).

“Aprobado” significa que la victoria te da derecho a hacer cosas mayores.

“Resiste” significa que se pone a prueba tu capacidad de mantenerte firme.

Entonces, “habiendo acabado todo, estar firmes”.

Te preguntas: ‘¿Cuánto va a durar este ataque?’

El príncipe de las tinieblas detuvo las oraciones de Daniel durante veintiún días (Daniel 10:13).

Goliat desafió a los ejércitos de Israel durante cuarenta días y cuarenta noches (1 Samuel 17).

Tu enemigo es incansable; así debes ser tú. Cuando se trata de orar, tu persistencia puede más que su resistencia. “Pero es preciso que perseveréis en el cumplimiento de la voluntad de Dios, si de veras deseáis recibir lo que Él os tiene prometido.” (Hebreos 10:36 Versión Castellana).

David no se metió en problemas con Betsabé hasta que dejó el campo de batalla. Ése es el lugar más seguro para estar. Así que quédate ahí, sigue peleando y Dios vendrá en tu ayuda.

Cuando Josué necesitó de más tiempo para vencer a sus enemigos, el sol se paró. Era Dios diciendo: ‘Hasta que el sol no se ponga, tú no vas a caer tampoco, porque el mismo poder que lo mantiene a él arriba te mantiene en alto a ti también’. ¿No es maravilloso?

Jesús sanó a la gente de maneras diferentes. A algunos les habló, a otros los tocó. En otra ocasión pidió a diez leprosos que se mostraran al sacerdote. Y la Biblia dice: “…mientras iban, quedaron limpios.” (Lucas 17:14). Probablemente iban preguntándose por el camino: ‘¿Cuándo va a pasar?’ ‘¿Cómo va a ser?´.

¡La fe no exige los detalles sino que avanza con obediencia, creyendo que Dios dará el resultado oportuno!

Muchas Bendiciones,

Vivir sin orar es vivir sin Dios

jueves, 25 de febrero de 2010

APARIENCIA DE PIEDAD- II Timoteo 3:1-5

“Tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” 2 Timoteo 3:1-5

Debemos tomar en cuenta que Pablo, al momento de escribir esta segunda carta a Timoteo estaba encadenado bajo prisión semejante a cualquier malhechor. Se encontraba en esa situación simplemente por obedecer “la visión celestial”.

Esta frase fue pronunciada por él mismo ante el rey Agripa, estando preso y listo para ser enviado como prisionero hasta el César en Roma: “Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial” (Hechos 26:19). Él prefirió no ser rebelde al Señor pero sí revelarse contra la iniquidad de los judíos.

Una cosa digna de imitar es que, ni aun esas cadenas fueron estorbo para que fluyeran esos consejos que han traspasado la barrera del tiempo, y, hoy, más que nunca, se hacen patentes sus palabras. Lo que me llena de gozo es la forma como se expresa Pablo: “Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.” (2 Timoteo 2:8-9). Él estaba preso, su humanidad estaba presa, pero su mente y corazón estaban libres, ya que Jesucristo lo había libertado de la atadura de la religión y del pecado.

Él podía decir: “Bueno, yo antes encarcelaba gente, pero ahora que soy cristiano, me encarcelan a mí” pero no lo dijo. Él simplemente entendió que Dios, aun con esas prisiones tenía un propósito. Él lo expresó de esta forma: “Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9). Pablo estaba muy conciente de que la mano de Dios estaba en todo lo que sucediera a su alrededor. Él sabía que todo tenía un propósito. Y ese propósito no dependía de lo que él hiciera, ya que, él dice que ese propósito no es conforme a nuestras obras.

En la carta dirigida a los Romanos (8:28) él dice lo siguiente: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Esto debemos entenderlo muy bien porque el enemigo se presta para torcer el sentido de las palabras y hacer creer cosas que parecen ser de Dios pero que realmente están muy alejadas de Él.

Si yo no ando bien en los caminos de Dios, ¿qué cosas pueden ayudarme a bien? ¿Qué hace el enemigo? Él sabe que el cristiano tiene conocimiento de las Escrituras y tuerce el sentido de ellas para que el cristiano caiga en su seducción.

Esa acción de ese cristiano no lo va a ayudar en nada, no lo va a conducir a Cristo. En cambio el enemigo usó de astucia para engañarlo y arrastrarlo más y más. Una vez que el cristiano cae en pecado y no es llevado al arrepentimiento, seguirá internándose más y más en las densas tinieblas del pecado, porque cada vez que cometa el mismo pecado una y otra vez, los demonios se irán apoderando poco a poco, lentamente de su conciencia y al final solo quedará un guiñapo de cristiano.

“Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito 1:15-16).

Everdadero cristiano todo lo ve con los ojos de Dios, pero el cristiano falso todo lo ve con ojos carnales, su apreciación es carnal, y todo lo que realice lo hará en un plano carnal.

Cuando Pablo dice: Profesan conocer a Dios, implica que son gente religiosa pero no regenerada por el Espíritu, que han tomado la religión para ejercerla como una profesión. Han decidido (ellos, no Dios) hacer de la religión su fuente de ganancias, su negocio personal.

Debemos estar claros que Pablo no se está refiriendo al inconverso, ya que si así fuera no tendría sentido esta advertencia porque Timoteo sabía que toda persona que no tiene a Cristo es realmente un instrumento de Satanás.

Lamentablemente, se está hablando de gente que conocen muchísimo de Dios pero que a Dios no conocen. Para poder conocer a Dios hay que pasar por el Calvario, y ellos nunca han pasado por ese lugar de sufrimiento. La prueba irrefutable está en que sus hechos lo niegan. Son gente que está en la iglesia, pero nunca han estado en Cristo. Personas que han nacido en la iglesia, pero nunca han nacido en Cristo. Nunca han venido a sus pies como María, la mujer que arrepentida vino a los pies de Jesús derramando su perfume como una ofrenda. Son gente que aconseja a muchísimas personas pero ellos mismos no siguen el consejo porque para ellos no sirve ya que, están podridos como árbol caído que solo sirve como leña y arden en el momento en que se le mete candela. Son como médicos que aconsejan a sus pacientes que no fumen cigarrillos, pero ellos no pueden dejar de fumar porque están esclavizados y atrapados en el vicio.
Son como sicólogos que tratan a sus pacientes pero ellos mismos no pueden hacer nada frente a sus propios problemas ni mucho menos a los de su familia .

Cómo podemos llamar a estos profesionales sino farsantes? De estos hay en abundancia pero no en un consultorio secular sino en las congregaciones. El ejemplo que estoy tomando es para aplicarlo a la iglesia y no, aunque es muy real, para aplicarlo a la vida secular.

De estos son los que Pablo dice que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella (2 Timoteo 3:5).

Estos son los que manifiestan o dan a entender lo que no es o no hay. Son los que se presentan a la vista de los demás como gente que soluciona cuando realmente lo que hacen es enredar las cosas. Son falsos cristianos que tienen aspecto de ser gentes de Dios pero que no dan frutos dignos de arrepentimiento. Manifiestan frente a otros que son gente de Dios pero realmente son agentes de Satanás para destruir la obra de Dios en esta tierra. Dan a entender que utilizan la sabiduría de Dios al tratar los asuntos pero realmente utilizan sabiduría carnal para enfrentar las situaciones. En cierto modo utilizan sabiduría diabólica.

Existen pastores que, lamentablemente son grandes manipuladores, pero lo "respetan" tremendamente porque ha infundido temor diabólico en su congregación.

Deciden expulsar de “su congregación” a una pareja de intercesores, pero antes de la expulsión, en la "enseñanza" de ese día, preparan a la congregación con el mensaje de la expulsión de Adán y Eva del paraíso.

Su gente queda convencida de la acción y no hace nada para detener el avance del inicuo porque desconocen realmente al Dios de los cielos, simplemente tienen una noción o concepto de Dios, pero no le conocen.

Despues deciden expulsar a una líder y también prepara a su congregación “piedricándoles” sobre la expulsión del cielo del que luego se llamó Satanás.

La gente, su gente, queda convencida de que tanto la pareja de intercesores como esta líder eran las vivas representaciones de los ejemplos dados por el hábil manipulador.

En los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

Pablo le da una seria advertencia a Timoteo, pero es una profecía para estos tiempos. Esto está sucediendo hoy. Es increíble como, hoy se cumple esa palabra tan clara. Lo estamos viendo con nuestros propios ojos. Nos está tocando vivirlo a nosotros en esta generación.

Por qué habrá hombres amadores de sí mismos....?Estos religiosos solo tienen amor por ellos mismos. Amarse a sí mismo significa que a esa persona le gusta todo lo que él mismo hace. Se siente atraído por todo lo que es suyo, por sus pertenencias. Es por esto que muchos de ellos se sienten dueños del rebaño que pertenece solamente a Cristo, porque son sus ovejas. Defienden arduamente todo lo que les beneficie a ellos y su círculo. Hasta atacan a aquellos que creen que es un posible contrincante.

La persona avara vive afanada por adquirir y atesorar riquezas, para llenar su tesoro. Son personas que están en sus camas pensando y buscando las miles de formas de llenar sus arcas pero solamente para beneficio personal.

En las iglesias hay avaros, son personas a quienes no les gusta ofrendar, son impíos vestidos de piedad que “por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 Pedro 2:3). Pedro los mencionó en esta carta. Precisamente él está hablando de falsos maestros en la misma iglesia del Señor que harían mercadería hablando falsedades, siendo ellos falsos e hipócritas y simulando que son buenos y espirituales pero realmente son gente superficial que van camino a la destrucción.¡Despierta, ¡Sacúdete! ¡Despierta a la realidad de Dios!

La iglesia está tan ciega que muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado (2 Pedro 2:2). Hay muchísima gente que ha visto tantos malos testimonios que no quieren nada con Dios, pero esto está sucediendo por causa de este tipo de gente infiltrada entre el pueblo de Dios. Pero lo que más duele es que mucha gente del pueblo de Dios les obedecerán y seguirán sus pisadas.

Jetro, el suegro de Moisés le aconsejó a éste lo siguiente: Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. (Éxodo 18:21). Una de las virtudes que debían tener los que iban a ser escogidos por jueces para ayudar a Moisés era que debían aborrecer la avaricia. Si hay avaricia en el líder de una congregación es porque el enemigo está gobernando su corazón y no el Espíritu Santo. ¿Para qué estos hombres debían aborrecer la avaricia? Para que no se dejaran sobornar por el pueblo de Israel.

La avaricia fue el detonante que causó que el pueblo de Israel desechara a Dios para que no gobernara sobre ellos, así que pidieron rey: Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. (1 Samuel 8:1-3).

En ninguna parte de la Escritura dice que Dios le dijo a Samuel que pusiera a sus hijos por jueces sobre Israel sino que lo que dice es que él mismo los puso. Debido a eso, pasó lo que ya sabemos, Israel se desligó de Dios en el aspecto de gobierno. Los hijos de Samuel cayeron en el pecado de soborno y perversión del derecho.

¿Por qué cree usted que están pasando todas estas cosas en la iglesia de hoy? Porque son gentes que Dios no ha puesto en el ministerio sino que ellos mismos se han compuesto y se han repartido cargos y ministerios. Cuando alguien es puesto por el hombre, Dios no está con ese ministerio, estará con él como hijo de Dios que es, pero su ministerio será de ruinas y zarzas. Ese es el tipo de ministerios que abunda hoy entre el pueblo de Dios. Ministerios estériles, muertos dos veces, y por donde pasan van dejando desolación y muerte.

Simón es un acaudalado hombre de negocios, María es una ovejita que se gana la vida haciendo empanadas en la avenida. Ambos se congregan en la misma iglesia. Simón cae repetidas veces en adulterio; María se puso un pantalón, porque no tenía vestidos limpios, en esa congregación el hombre (no Dios) no acepta que la mujer use pantalones. María es llevada a la junta directiva de la iglesia y se le coloca una disciplina de tres meses. En el templo, ella debe arrodillarse desde que comienza el servicio hasta que termina, y como si esto fuera poco nadie debe saludarla para que ella tema y no lo vuelva a hacer de nuevo. Por otra parte, a Simón NO SE LE TOMA EN CUENTA su pecado repetitivo de adulterio porque sus diezmos que son muy generosos limpian su inmundicia para con la congregación. Es como el lavado de dinero. ¿Qué le dice esta acción? Que se está haciendo mercadería o negocio de la iglesia.

Con mucha razón el Señor nos dice lo siguiente: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora (Hebreos 12:5)



Pablo también les habla a los cristianos corintios con respecto a los falsos hermanos que están infiltrados en la iglesia y entre ellos están los avaros: Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros. (1 Corintios 5:11-13). La orden de Pablo es clara, no os juntéis con él, ¿pero cómo hago si el avaro es el líder? Está claro que si es avaro su ministerio no es de Dios, ya que, fue puesto por el hombre. La orden es clara: No se junten con ninguno que, llamándose hermano, fuere..... avaro.

¿Por qué alguien es vanaglorioso? Porque se jacta de su propio valer u obrar. Está orgulloso y envanecido por lo que hace y lo expresa por medio de sus actitudes, acciones y dichos.

Lo que sigue a continuación es la actuación de uno de los reyes de Judá: Amasías: Ciertamente has derrotado a Edom, y tu corazón se ha envanecido; gloríate pues, mas quédate en tu casa. ¿Para qué te metes en un mal, para que caigas tú y Judá contigo? (2 Reyes 14:10). Esta es la respuesta que le envío Joás rey de Israel a Amasías por una provocación de este. Pero, ¿por qué la provocación? Porque Amasías había derrotado a sus enemigos y se sentía fuerte, pero esa fortaleza que él sentía no era la fortaleza del Señor.

A pesar de ser uno de los pocos reyes que hicieron lo bueno: Y él hizo lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no como David su padre; hizo conforme a todas las cosas que había hecho Joás su padre. (2 Reyes 14:3). Él fue uno de los pocos reyes buenos pero eso no fue garantía para escapar al pecado de envanecimiento. Esto lo condujo a la derrota, no tanto de él sino de la nación completa.

Observe lo que sucedió solamente porque este rey no siguió las reglas de Dios: Pero Amasías no escuchó; por lo cual subió Joás rey de Israel, y se vieron las caras él y Amasías rey de Judá, en Bet-semes, que es de Judá. Y Judá cayó delante de Israel, y huyeron, cada uno a su tienda. Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos. Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los utensilios que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y a los hijos tomó en rehenes, y volvió a Samaria.

Amasías no escuchó. El no escuchar es uno de los obstáculos que siempre siguen en el camino de la destrucción del vanaglorioso.

Luego de esto vino el desenlace: Y Judá cayó delante de Israel. ¿Por qué siempre el inocente tiene que pagar por lo que hace el impío? ¿Por qué todo un pueblo tuvo que pagar por el pecado de un solo hombre? Observen lo que siguió: vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos. Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los utensilios que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y a los hijos tomó en rehenes, y volvió a Samaria. El enemigo, al ser provocado por este vanaglorioso, se lanzó contra él y contra la ciudad, despojando por completo a Judá.

Esto nos dice mucho, no podemos lanzarnos contra el enemigo de nuestras almas mientras la vanagloria esté gobernando nuestros corazones porque caeremos derrotados. Nuestros corazones deben estar bien llenos de humildad y toda gloria se le debe dar solo a Dios.

Miren todo lo que pasó porque un solo hombre se llenó de vanagloria. ¿Dónde estaban sus consejeros? ¿Dónde estaban los ancianos?

Creen ustedes que eso no está pasando hoy. Claro que sí está pasando. Un hombre se envanece, se llena de vanagloria porque la obra está creciendo, porque tiene tantos miembros, porque su templo es el mejor, más bonito y adornado de la ciudad. Porque tiene un carro último modelo. Porque tiene un ministerio de sanidad, etc. Dios no tolera esas cosas en su pueblo ya que Él no comparte su gloria con el hombre.

Amasías no puso su confianza en Dios sino que confió en sus propias fuerzas; en su propio ejército. Dios no perdonó ese pecado y lo entregó en manos de Joás para que recibiera su pago por no darle la gloria que corresponde solo al Señor.

Semejante a Amasías hay personas que se jactan de que Dios los está utilizando. Se jactan de que sus ministerios cubren muchos países y mucha gente está a sus pies, pero sus vidas espirituales son un completo desierto desordenado.

¿Qué sucede luego? En el tiempo destinado por Dios empieza Él con la corrección de su pueblo. El pueblo es entregado a crisis por su propio pecado. Todos callan, nadie dice que está mal lo que se está haciendo. Se cubre lo que no se debe cubrir. Dios no tolera eso y corrige con mano fuerte. No hay un avance porque no hay renovación espiritual. Se sigue fielmente los caprichos del hombre mientras que Dios está esperando para poder guiar a su pueblo.


Alguien que es soberbio procede con cierto apetito desordenado de ser preferido a otros y menosprecia a los demás. El que es soberbio se cree alto y fuerte y procede con cólera o ira violenta. También es altivo y arrogante.

Dios dio ordenanzas al pueblo de Israel a través de Moisés, y entre ellas habla acerca de la soberbia: Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella. (Números 15:30-31).

En aquellos tiempos esas personas que procedían de esa manera eran cortadas del pueblo. Dios mismo se encargaba de aniquilarlos.

Hoy hay tantas personas dentro de la iglesia llenas de soberbia que no aceptan un consejo que se les dé porque creen que ellos están en lo correcto, y creen que están por encima de los demás. ¿Cree usted que Dios está agradado con ellos? Pues no, porque al soberbio Dios lo mira de lejos.

Hay pastores que dicen a sus ovejas que si quieren quedarse en su congregación deben hacer todo lo que él les dijera que hicieran porque él era la autoridad en ese lugar. AQUI EL PASTOR SOY YO, DECÍA...¡Qué ocurrente! La autoridad en esa iglesia no es Cristo como cabeza de la iglesia sino ese hombre de carne y hueso. Esto Dios no lo tolera.

Debo aclarar lo siguiente: ¿Tengo que obedecer a un pastor? ¡Sí! Tengo que obedecer a un pastor que Dios haya colocado en la iglesia.

Ese tipo de pastores no andan diciendo que son la autoridad en la iglesia, porque el Espíritu Santo que está en él, da testimonio a la congregación que él sí es una autoridad delegada por Dios con respecto a su congregación.

- “Si mi pastor me manda a hacer algo que se que es malo, ¿yo debo obedecerle?

- “Si, usted debe obedecerle”

- “¿Así él esté mal y lo que me ordene hacer sea malo?”

- “Sí, así esté malo, él es la autoridad”

- “Pues, eso no puede ser así”.

¿Qué hicieron Sadrac, Mesac y Abed-nego? ¿Qué hizo Pedro y Juan? No obedecieron a la autoridad porque estaban fuera de la voluntad divina de Dios.

Estaban fuera de toda lógica divina. ¿Qué harían ellos frente a directivas corruptas que funcionan hoy en muchos lugares de esta tierra?

¡Qué sentencia tan fuerte es la que sigue a los soberbios!: La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día. (Isaías 2:11-17).

Téngalo por seguro que si su corazón está cargado de soberbia y eres parte del pueblo de Dios, pasarás por este juicio.

¿Por qué no te arrepientes mejor para que no tengas que pasar por este terrible juicio de Dios?


Blasfemo es aquel que pronuncia palabras gravemente injuriosas contra Dios.

Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera. (Levíticos 24:16). ¡Qué terrible sentencia para el blasfemo! Apedreados terminaban sus vidas todos aquellos que en la antigüedad blasfemaban el nombre de Dios.

De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.

Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo. (Marcos 3:28-30).

Este tema es muy delicado. Ha sucedido que el Espíritu Santo ha tomado a una persona y otros cristianos han dicho que ha sido tomado por un demonio.

A esto se refiere lo que dijo Jesús. Se debe tener mucho cuidado con esto.

Satanás ha engañado a mucho pueblo de Dios haciéndoles creer que el Espíritu Santo ya no se manifiesta en la forma como lo hacía en el Nuevo Testamento.

Se ha encajonado al Espíritu Santo a lo que la iglesia cree o se le ha enseñado que es. Al Espíritu de Dios nadie lo puede encajonar, Él hace hoy igual como hizo en la antigüedad. Él no cambia, Él no se muda, Él es el mismo.

Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.

Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.

Es realmente sorprendente la forma en que se cumple esta palabra en este tiempo. Esto no debería sorprendernos porque ya está profetizado en la Palabra.

Hay mucha gente que ministra estando en pecado. Gente de apariencia; gente superficial. Sepulcros blanqueados que por fuera se ven hermosos pero por dentro hay muerte. Son gente que le está haciendo muchísimo daño a la obra de Dios. Con sus hechos niegan al Señor. Su mismo proceder dice o habla por ellos de que Dios no existe o no es verdad. No admiten la existencia de la piedad la cual está ligada al amor y al respeto. Cuando cometen actos impuros, no reconocen que pecaron. Ocultan y disimulan sus hechos vergonzosos y si son descubiertos se excusan. Y pensar que la iglesia está llena de este tipo de gente.

¿Qué deberíamos hacer todos aquellos quienes estamos viendo claramente el panorama realmente como es?....

Clamar a Dios y a la misma vez hacer como Juan el Bautista, denunciar el pecado. Clamar a voz en cuello la inmoralidad. No temas porque el Señor está contigo para pelear por ti.

Debemos defender el evangelio puro, la causa de Cristo. ¿Qué hizo Jesús frente a la hipocresía de los fariseos? No se los dijo a ocultas, sino que clamó denunciando sus hipocresías frente al pueblo. A él no le importó que lo mataran. Él clamó en contra de los malos manejos de los fariseos.

¿Qué haría Pablo si estuviese hoy presente? Se quedaría callado frente a toda esta gente que aparenta servirle a Dios cuando lo que están haciendo es servirle a sus propios instintos carnales, a sus propias concupiscencias, a sus propios intereses?.....

Pablo no perdonó ni siquiera a Pedro, sino que lo denunció públicamente porque Pedro en cierto momento de su vida actuó como un inconverso: Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? (Gálatas 2:11-14).

Pedro anduvo con Jesús, Pablo no, pero esto no fue un obstáculo para que Pablo defendiera el evangelio. Pablo no se sintió amilanado porque era Pedro. ¡No! Él actuó como deberíamos actuar cada uno de nosotros frente a las malas actitudes de los demás, sean lo que sean.

Esperamos no haberles creado desequilibrios en sus vidas y nos alegraríamos mucho de que sus ojos sean abiertos por el Espíritu Santo y que puedan accionar al escuchar la Palabra.

Dios los cotinue bendiciendo!!!!

jueves, 18 de febrero de 2010

CIERTAMENTE LA PRUDENCIA PRODUCE DISCORDIA, PERO CON LOS PRUDENTES ESTA LA SABIDURIA (PROVERBIOS 13:10).

CON DIOS ESTAN LA SABIDURIA Y EL PODER, SUYO ES EL CONSEJO Y LA INTELIGENCIA (JOB 12; 13)

Los seres humanos cambiaron la verdad de Dios por la mentira. Los seres humanos abandonaron la sabiduría divina para creer en la mentiras de satanás (Romanos 1:24-32).

De Dios proviene la sabiduría, Él es quien hace al hombre sabio a través de su hijo Jesucristo.

Porque Jehová da la sabiduría y de su boca proceden el conocimiento y la inteligencia. Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan rectamente (Proverbios 2:6-7 ).

"Lucho para que sean consolados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento" (Colosenses 2:1-3 ).

"Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él; que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero. Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo" (Efesio 1: 15-23 ).

El sabio de corazón es aquel, a quien Dios ha llenado de Espíritu de sabiduría, para que haga la voluntad de Dios (Éxodo 28:3, Éxodo 31:6).

El sabio de corazón ejecuta los estatutos y decretos del Altísimo Dios. Él no le añade a la Palabra, ni tampoco la disminuye. Él simplemente guarda los mandamientos de Dios. Inteligente y sabio es aquel que guarda y pone por obra la Palabra de Dios (Deuteronomio 4:1-9 ).

La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo (Salmos 19:7 ).

"La sabiduría clama en las calles,
alza su voz en las plazas;
Clama en los principales lugares de reunión,
a la entrada de las puertas de la ciudad
dice sus razones:
'¿Hasta cuándo, ingenuos, amaréis la ingenuidad?
¿Hasta cuándo los burlones desearán burlarse
y los insensatos aborrecerán el conocimiento?
¡Volveos a mi reprensión!,
pues ciertamente yo derramaré
mi espíritu sobre vosotros
y os haré saber mis palabras'".
Proverbios 1:20-23

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de su boca; No la abandones, y ella te guardará; Ámala, y te protegerá. Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia! (Proverbios 4:5-7 ).

Compra la verdad y no la vendas; y la sabiduría, la enseñanza y la inteligencia (Proverbios 23:23 ).

Si alguno de nosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor, ya que es persona de doble ánimo e inconstante en todos sus caminos (Santiago 1:5-8 RVR1995).

Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; pero al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar, para dejárselo al que agrada a Dios (Eclesiastés 2:26 ).

Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante y así llegará a ser verdaderamente sabio. La sabiduría de este mundo es insensatez ante Dios, como está escrito: "Él prende a los sabios en la astucia de ellos". Y otra vez: "El Señor conoce los pensamientos de los sabios (de este mundo), y sabe que son vanos" (1 Corintios 3:18-20 ).

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y rivalidad en vuestro corazón, no os jactéis ni mintáis contra la verdad. No es esta la sabiduría que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica, pues donde hay celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz (Santiago 3:13-18 ).

El que confía en su propio corazón es necio. El necio se cree sabio en su propia opinión. Él dice en su corazón: "Yo edifiqué, con la fuerza de mi poder, para mi gloria". El necio es soberbio.

El impío no entiende la sabiduría de Dios. El carece del Espíritu de sabiduría en su corazón (Proverbios 29:7 ).

Él es el Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder, que a nadie oprime en juicio y en su gran justicia. Lo temen por tanto los hombres, pero él no estima a ninguno que en su propio corazón se cree sabio (Job 37:23-24 ).

El hombre rico es sabio en su propia opinión, mas el pobre e inteligente lo escudriña (Proverbios 28:11 ).

El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua (Proverbios 29:11 ).

El sabio tiene sus ojos abiertos, mas el necio anda en tinieblas (Eclesiastés 2:14 ).

¡Ay de los que son sabios ante sus propios ojos, de los que son prudentes delante de sí mismos! (Isaías 5:21 )

El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda. Aun mientras va de camino, al necio le falta cordura, y va diciendo a todos que es necio (Eclesiastés 10:2-3 ).

Así ha dicho Jehová contra la soberbia:

"No se alabe el sabio en su sabiduría,
ni en su valentía se alabe el valiente,
ni el rico se alabe en sus riquezas.
Mas alábese en esto el que haya de alabarse:
en entenderme y conocerme,
que yo soy Jehová,
que hago misericordia, juicio y justicia
en la tierra,
porque estas cosas me agradan,
dice Jehová"
(Jeremías 9:23-24 ).

Cuando los sabios cometen errores

Las moscas muertas hacen heder y corrompen el perfume del perfumista; así es una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable (Eclesiastés 10:1 ).


La boca del justo habla sabiduría y su lengua habla justicia (Salmos 37:30 ).

En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para las espaldas del insensato (Proverbios 10:13).

Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la sabiduría recrea al hombre inteligente (Proverbios 10:23 ).

De la boca del justo brota la sabiduría, mas la lengua perversa será cortada (Proverbios 10:31 ).

Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría (Proverbios 11:2 ).

El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la sabiduría (Proverbios 11:9 ).

El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es un ignorante (Proverbios 12:1 ).

Por su sabiduría es alabado el hombre, pero el perverso de corazón es menospreciado (Proverbios 12:8 ).

Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la sabiduría (Proverbios 13:10 ).

Todo hombre prudente procede con sabiduría; el necio manifiesta su necedad (Proverbios 13:16).

Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla, pero para el hombre sensato la sabiduría es cosa fácil (Proverbios 14:6 ).

Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una calamidad cercana (Proverbios 10:14 ).

La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice sandeces (Proverbios 15:2).

La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de los necios (Proverbios 15:7 ).

Algunas características de los sabios

El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre (Proverbios 10:1 ).

El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina (Proverbios 10:8 ).

El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio (Proverbios 11:30 ).

Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo (Proverbios 12:15 ).

Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina (Proverbios 12:18 ).

El hijo sabio recibe el consejo del padre, pero el insolente no escucha las reprensiones (Proverbios 13:1 ).

La instrucción del sabio es manantial de vida para librar de los lazos de la muerte (Proverbios 13:14).

En la boca del necio está la vara de su soberbia; a los sabios, sus labios los protegen (Proverbios 14:3 ).

El sabio teme y se aparta del mal; el insensato es insolente y confiado (Proverbios 14:16 ).

Las riquezas de los sabios son su corona; la insensatez de los necios es locura (Proverbios 14:24 ).

La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los necios dice sandeces (Proverbios 15:2 ).

La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de los necios (Proverbios 15:7 ).

El escarnecedor no ama al que lo reprende ni se junta con los sabios (Proverbios 15:12 ).

El oído que escucha las amonestaciones de la vida, morará entre los sabios (Proverbios 15:31 ).

El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber (Proverbios 16:21 ).

El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios (Proverbios 16:23 ).

El corazón del inteligente adquiere sabiduría, y el oído de los sabios busca la ciencia (Proverbios 18:15 ).

El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el que tiene ciencia (Proverbios 24:5 ).

El corazón de los sabios está en la casa del luto, mas el corazón de los insensatos, en la casa donde reina la alegría (Eclesiastés 7:4 ).

El que guarda el mandamiento no conocerá el mal; el corazón del sabio discierne cuándo y cómo cumplirlo (Eclesiastés 8:5 ).

Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados las de los maestros de las congregaciones, pronunciadas por un pastor (Eclesiastés 12:11 ).

¡Bendiciones!

Rosiris Peña Cabrales

miércoles, 17 de febrero de 2010

LOS CUATRO ACUERDOS DE LA SABIDURIA

NO SUPONGAS

No des nada por supuesto.

Si tienes duda, aclárala.

Si sospechas, pregunta.

Suponer te hace inventar historias increíbles que solo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.

HONRA TUS PALABRAS

Lo que sale de tu boca, es lo que tú eres. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a tí mismo; si no te honras a tí mismo, no te amas.

Honrar tus palabras es honrarte a tí mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.

HAZ SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS

Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

NO TE TOMES NADA PERSONAL

Ni la peor ofensa.

Ni el peor desaire.

Ni la más grave herida.

Según la tradición, poniendo en práctica estos cuatro acuerdos, tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello.

En la medida que alguien te quiera lastimar, en esa medida, ese alguien se lastima a sí mismo.

Pero el problema es de él, no tuyo.

SOMOS OFICIALES DEL EJERCITO DE DIOS

¿Quién es esta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden? (Cantares 6:10)

Para tí que intercedes sin cesar, probablemente te has sentido alguna vez sin fuerzas para la batalla, pidiendo nuevas fuerzas como el águila, deseando ver respuestas a tu intercesión y no llegan.

Déjame decirte que no desmayes, ni des tregua al enemigo, porque eres parte del ejército vencedor, y así como los valientes de David peleaban sin descanso contra los gigantes que les salían al paso; así tenemos que seguir en la pelea sin olvidarnos que el Señor de los ejércitos está con nosotros como poderoso gigante para librarnos de la opresión del enemigo.

En una ocasión que me sentía cansada, le pregunté al Señor en qué parte de la batalla me encontraba y me mostró en una visión que estaba frente al gigante y yo era la punta de la lanza que iba girando para darle en el centro del corazón. Eso me hizo ver que no podía parar en ningún momento, pues la victoria dependía de mi tenacidad.

Tal vez han llegado contra tí enemigos como la pereza y la pasividad, desanimo, desaliento, desesperanza, pero déjame decirte, no te des por vencido, cíñete de poder, pídele al Señor perdón por haber estado viendo las circunstancias a tu alrededor, reprende a tu enemigo y toma el arco de bronce para subir a otro nivel de batalla espiritual, siempre tendremos nuevos gigantes para vencer.

Cuando el gigante de la duda, el temor, la incredulidad se paren frente a ti, ármate con el escudo de la fe, llénate del amor de Dios y enfréntate a tu enemigo en el poderoso nombre de Jesús. Pronuncia la Palabra con poder y verás grandes y maravillosas cosas suceder.

A medida que vayas subiendo el monte, se pondrá más difícil la pelea, sin embargo Dios nos dará su sabiduría para no resbalar. Tendremos que cubrirnos con el manto de la humildad para evitar que el maligno nos derribe con las tentaciones de la fama y la gloria terrenal, a menudo las personas que tienen gran autoridad espiritual, no la tienen para nada aquí en la tierra.

En todo este proceso de subir el monte, Dios quiere formar el carácter de Cristo en tu vida, es en la presencia de Dios donde son purificados nuestros corazones,somos transformados de “Gloria en Gloria”, pasamos por el fuego de la purificación y volvemos seguras de que nos parecemos un poquito más a nuestro Padre. Nos identificamos cada vez más con el dolor, el amor, el gozo, la compasión, la bondad que hay en su corazón.

Dejamos a un lado nuestra naturaleza egoísta y comenzamos a pensar como él, a desear las cosas que El desea, a llorar con sus lágrimas por las naciones y por los perdidos. Estar en la presencia de Dios es como estar en el tercer cielo, nunca quisiéramos salir de allí.

Pero subir al monte no es fácil, en una ocasión me veía en la punta de una escalera perpendicular, sentía que me iba hacia atrás, y de repente me fui de espaldas pero gracias a Dios la escalera estaba sostenida por unas cadenas de metal, y no caí al abismo, atrás de mí venían otros hermanos que al igual que yo estaban luchando por alcanzar la cima.

En este proceso tienen que caer los ídolos que están en el corazón, muchas veces cosas que son de Dios como la obra, los ministerios que amamos tanto,son como los becerros de oro, y nos aferramos a ellos y no los queremos soltar, sin embargo a veces Dios nos los pide para que no llevemos cargas y podamos subir fácilmente, si nos resulta difícil soltarlos o lloramos por ellos es porque eran un becerro de oro y tendremos que entregárselos al Señor.

Luego de arrepentirnos venimos a cobijarnos bajo la sombra de sus alas. En una visión me ví como una águila pequeña que volaba alrededor del monte y en la cima había una gran águila, yo sabía que esa águila era mi Padre y me sentí muy confortada.

Isaías 40:28-31

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Somos del Señor, la Biblia nos llama “vencedores” no somos perfectos; cuando tropezamos nos levantamos, cuando nos desviamos del camino, volvemos de inmediato al camino angosto. Nuestros corazones arden de pasión por Cristo, El Padre ha abierto nuestros ojos más allá del horizonte. Odiamos lo que Dios odia, el pecado y las obras del maligno. Sentimos celo por su casa y estamos dispuestos a pararnos en la brecha por las naciones.

El Espíritu Santo nos ha ungido, nos da el poder, la gracia y la misericordia, nos guía, nos enseña a seguir las huellas del Maestro nuestro Señor Jesucristo. Este es un llamado. El señor quiere acelerar el proceso para poder lograrlo, porque los días se acortan cada vez más, “Porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud”(Rom. 9:28).

Sabemos que muchos están debilitados por las batallas y las demoras pero Dios puede hacer que en un día nazca una nación, tenemos dolores de parto por lo que Dios quiere hacer. ¡Guerreros de oración! Sion dio a luz, cuando apenas comenzaban sus dolores, esa es la razón por la que no debemos desmayar.

saías 66:8-9
¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos.
Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios.

Isaías 61:1-3
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti.

Amanecerá Jehová, y sobre ti, será vista mi Gloria.

OREMOS POR TODOS NUESTROS HERMANOS EN CRISTO

Padre, te pido que bendigas a cada uno de los que están leyendo esta oración ahora. Que ministres su espíritu en este preciso momento. Que donde haya dolor, les deS Paz Y Misericordia. Donde haya dudas, renueves su confianza en Tus habilidades para trabajar a través de Ellos. Donde haya cansancio y agotamiento,les de entendimiento, paciencia y fuerzas según ellos vayan aprendiendo a someterse a tus enseñanzas. Que donde haya estancamiento espiritual, les reveles que tu estas a su lado y permite que ellos puedan entrar a una verdadera intimidad contigo. Donde haya temor o miedo, revélale Tu amor, y pon en ellos tu valor y animo. Donde haya algún pecado bloqueándoles, revélaselo y rompe las ataduras que estén atando las vidas de mis amigos y hermanos. Bendice sus finanzas, Dales una visión más amplia, y levanta líderes y amigos que puedan acercarse a ellos para brindarles apoyo y animos. Dales discernimiento para reconocer las fuerzas malignas que están a su alrededor y que ellos no se dan cuenta, y revélales el poder que tu has puesto en ellos para derrotarlas.

Yo te pido que hagas todas estas cosas en el nombre de Jesús.

NO SE DEJE INTIMIDAR POR LOS GIGANTES...SOMOS HIJOS DE DIOS!!!!

“Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. 5Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. 6Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. 7El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él.”
1 Samuel 17:4-7

El gigante Goliat frente a los filisteos intimidaba a todo el pueblo. Fíjese que los versículos anteriores lo describen físicamente y también cuentan cómo era su armadura. Pero no bastaba todo eso para intimidar al pueblo sino que encima dice que tenía un escudero que iba delante de él, por las dudas nomás ¿Qué actitud tomaría frente a un gigante como este? Piénselo nomás.

La Biblia cuenta que el ejército que tenía que enfrentarse a ese gigante era, nada más y nada menos, que la gente que representaba a Dios en la tierra. ¿Pero sabe cuál fue su actitud frente al gigante? Versículo 24 de 1 Samuel 17: “Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor.” ¿Era esa la actitud correcta para el pueblo de Dios? Por supuesto que no. Lo mismo pasa con usted y yo. En este tiempo no hay otra cosa posible que ver al pueblo de Dios trayendo la manifestación de Dios a la tierra. Llevamos al Espíritu Santo dentro todo lugar donde vamos. Eso es el poder mismo de Dios dentro de nosotros. No somos ganadores solamente adentro de las cuatro paredes del templo. Sabemos que nos acompaña un ejército de ángeles para traer gloria sobre la tierra y las cosas que emprendamos serán prosperadas porque somos la iglesia del Dios viviente. La Biblia dice que nada prevalecerá contra la iglesia del Señor.

Somos herederos de su bendición. Entonces vemos que la actitud es todo. Hay momentos para dar el paso de fe, el paso de coraje. El coraje es fundamental. Usted puede tener habilidades y recursos pero si no tiene coraje, de nada sirve. Todo el ejército tenía lo mismo que David pero el que venció fue David. Cuando usted escucha que es imposible cambiar algo, no escuche más de ahí en adelante, escuche lo que dice Dios y avance con su actitud de coraje. Puede recibir profecías y palabras de ciencia pero si no tiene una actitud, se lleva todo eso a la tumba porque no tuvo la actitud de cambiar en todo lo que recibió como palabra profética. David veía que todo el pueblo estaba con miedo y que hasta Saúl estaba escondido. Pero él tomó otra actitud. Se posicionó como un verdadero hijo de Dios, integrante del gran ejército del Todopoderoso.

¿Hay algún gigante en su vida? Puede ser una deuda, una mala relación, un problema de salud. ¿Qué actitud ha tenido hasta este momento frente a ese gigante? ¿Qué actitud tomará de ahora en adelante? Todos conocemos cómo termino la historia de David: salió victorioso porque derribó al gigante.. Tomó la actitud correcta, la de un hijo de Dios. ¿Cómo piensa que saldrá usted si toma la actitud correcta? Victorioso. ¡Vencedor! Ya no se deje intimidar por los gigantes.

Oración: Padre, hoy conocí que tengo la victoria asegurada por ser parte de tu pueblo. La tomaré y ya no me dejaré intimidar por los gigantes de la vida, sino que pelearé y sé que venceré. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.


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Muchas Bendiciones,

Nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Dios

domingo, 14 de febrero de 2010

"NO TOQUEIS A MIS UNGIDOS"

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina“ (2 Timoteo 4: 1, 2)"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1)"Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas" (Efesios 5:11)

Partiendo de ciertos posicionamientos teóricamente bíblicos, hoy en día se ha desarrollado una forma de caciquismo espiritual, el cual eleva y mantiene en una posición de intangibilidad a esos que se les ha venido a llamar, “nuevos ungidos”. Esos líderes, que no siervos, ya no son como los que solían ser; es decir, verdaderamente humildes, accesibles, transparentes, sufridos, enseñables (Tito 1: 7-9).
No, ahora, subidos en sus imaginarios e intocables pedestales de religiosa infalibilidad, se pavonean ante todos en su supuesta superioridad, abrigados en soberbia, mostrando los preciosos colores de sus etéreas y suntuosas plumas, como los especialmente elegidos para liderar a sus súbditos correligionarios. Cualquier cuestionamiento que se les haga, es visto como un signo de rebelión.

Subidos en sus álgidos pedestales; sólo en su imaginación, muchos, saben como disimular su orgullo ante los demás, otros, ni siquiera se molestan en hacerlo, pero el resultado es el mismo, su mensaje con el cual han sabido leccionar muy bien a todos, les sirve de escudo y protección.

“¡No toquéis a mis ungidos!”, dicen.

Criticar o cuestionar cualquier cosa que digan o hagan; juzgar las evidencias de sus acciones, actuaciones, enseñanzas, conducta, etc. es inaceptable; muchos de ellos, o sus seguidores, a los que se oponen o discrepan, se permiten el lujo de atemorizarlos con amedrentamiento, y hasta con decretos no exentos de amenaza:

“¡Ay, del que toca al ungido!”

Defendiéndose ante la crítica de sus enseñanzas o de su presunto ministerio, la respuesta de ellos o de sus correligionarios – es siempre la de cuestionar los motivos; sin cortapisas, aduciendo envidia, celos, u odio, etc. como si de veras pudiesen juzgar la intención del corazón. Olvidan que el único que puede juzgar el corazón, es Dios que es el único que lo ve.

Por lo tanto, al resto de los mortales, no se nos permite observar y denunciar sus desvaríos, así como reprenderlos (2 Ti. 3: 16), bajo caer en el pecado de la murmuración, y la crítica, según dicen. Para ello - y entre otras actuaciones - esgrimen de forma inadecuada la Palabra, presentándonos diferentes ejemplos veterotestamentarios sacados de su contexto e intención originales Comparando a los modernos “ungidos” con Moisés. Uno de estos ejemplos: la murmuración (*) de María y Aarón contra Moisés, y el castigo que sufrieron (ver Números 12), sin comprender que los dos hermanos de Moisés realmente procedieron mal, llevados por los celos y el racismo, y no por una sana crítica (**).
(*) La murmuración es conversación en perjuicio de un ausente.
(**) La crítica es examen y juicio acerca de alguien o algo.

Otro de los varios ejemplos que presentan, es el de la rebelión de Coré (Nm. 16), donde éste, Datán y Abiram, On, etc. “se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel...” (Nm. 16: 1, 2).

Poner esos casos como ejemplos, es en totalmente absurdo.
Coré y los demás, por envidia y rebeldía se levantaron contra la autoridad espiritual que Dios había colocado en su pueblo.
1. Moisés era un hombre de Cristo. Fue el mediador verdadero y escogido que Dios levantó para guiar a Su pueblo, sacándolo de Egipto y llevándolo a través del desierto hacia la Tierra Prometida. Levantarse contra Moisés en ese momento, sería como hoy en día levantarse contra Cristo hombre (1 Ti. 2: 5)

2. Hoy en día no existen figuras como la de Moisés, ya que vivimos en una dispensación muy diferente a aquella del antiguo Israel.

3. Si Moisés hubiera hecho algo públicamente pecaminoso, malo o incorrecto, hubiera sido absolutamente lícito y escritural que se hubieran levantado personas para demandarle rectificación, exponiendo públicamente sus presuntos pecados. Eso no hubiera sido murmuración, ni crítica desautorizada, sino un acto de justicia. Eso último no ocurrió, porque Moisés fue fiel todos los días de su peregrinación (Nm. 12: 7)

Si Moisés hubiera requerido de corrección o reprensión, pública o privada, habría que habérsela dado, porque Dios siempre ha tenido a sus profetas dispuestos para el caso, como fue con Natán respecto a David (2 S. 12).

“La murmuración no es la sana crítica, o la reprensión bíblica – 2 Ti. 4: 2 – sino una herramienta del diablo para destruir con la lengua”
El ejemplo de Pablo y Pedro/¿privacidad o publicidad?

Si es que deseamos y oramos por un verdadero cristianismo conforme a la Biblia, entonces nadie en el Cuerpo de Cristo – o presuntamente en él – puede ser inmune a la corrección; ¡nadie!, y quien públicamente predica, públicamente deberá ser reprendido. Este último caso lo tenemos descrito en la Palabra de Dios cuando Pablo reprendió a Pedro, y lo hizo públicamente:

“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar... cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos...” (Gálatas 2: 11, 14)
El asunto fue que el apóstol Pedro, antes que llegaran algunos judíos de parte de Jacobo, comía con los gentiles, “pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión, y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos” (Gálatas 2: 12, 13)

En otras palabras, Pablo, se dio cuenta de que Pedro estaba siendo hipócrita y tremendamente deshonesto, y otros ya seguían sus sibilinos pasos. Conque públicamente pecó, públicamente fue reprendido. Ese es un ejemplo muy claro de cómo debemos proceder hoy en día también.

“Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman” (1 Timoteo 5: 19, 20)

Como vemos aquí, el motivo, no es tanto para que los públicos infractores se arrepientan, sino para que los demás se aparten del mal.

Pablo no pudo por un mínimo sentido de justicia haber tratado este asunto de Pedro de manera privada con él, porque no fue un asunto personal, es decir, no fue que Pedro particularmente ofendió a Pablo. La cuestión es que Pedro, por su temor al hombre, había llevado a aquellos creyentes que estaban con él al extravío; por lo tanto Pablo estaba no sólo obligado a corregir a Pedro, sino a hacerlo de forma que corrigiese la situación que el error de Pedro había causado en aquel medio.

Como vemos también, un cristiano, en este caso Pablo, se atrevió a “tocar” al ungido Pedro, el cual en su día fue declarado bienaventurado por el mismo Jesucristo (Mt. 16: 17).

“Toda hipocresía y falsa verdad, y quien la promueve, ha de ser todo ello puesto a la luz pública, con toda reprensión y exhortación y doctrina – 2 Ti. 4: 2-. Ese proceso es parte del amor también; lo contrario es deshonestidad y cobardía”

¡Damos tantas gracias a Dios, de que en esta dispensación de la gracia y la verdad (Jn. 1: 17), ya no hay ungidos especiales, sino que todos los verdaderos cristianos, por haber sido constituidos hijos de Dios por adopción, (Jn. 1: 12; Ro. 8: 15; Gál. 4: 5) somos todos ungidos, a causa del Ungido, Cristo Jesús, es decir el Mesías! No hay diferencias entre unos y otros, sino que todos somos hermanos (Mt. 12: 48; 23: 8) e iguales ante Dios.

Si se permite que exista una especie de “élite clasista lideral”, cuyas enseñanzas y acciones no pueden ser cuestionadas por nadie, puestas a la luz de la Palabra, y expuestas públicamente, entonces tenemos un cáncer dentro del seno eclesial, del cual, si no nos arrepentimos y corregimos a tiempo, padeceremos cada vez más las consecuencias, como de hecho ya está empezando a ocurrir de unos años a esta parte de manera aterradora, llegándose a formar una metástasis.

1. Entonces, ¿qué significa “no tocar al ungido”?

No podemos usar la Biblia ni parte de ella, como un arma arrojadiza según nuestra conveniencia. Cuando leemos en ella: “No toquéis... a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” (S. 105: 15), no podemos usar esa escritura para defender lo indefendible.

Entendamos que nos tiene que enseñar la Palabra de Dios acerca de lo que es un ungido, Vemos que en el Antiguo Testamento, los llamados ungidos eran "personas apartadas para Dios para desempeñar tres diferentes funciones". La primera vez que se menciona a alguien con ese apelativo, es al sacerdote:
“Y las vestiduras santas, que son de Aarón... si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo...” (Éxodo 29: 29; Levítico 4: 3)

Vemos que Aarón fue el primer sacerdote, ungido por Moisés - tipo de Cristo – (ver Ex. 29), y que no estaba libre de pecado, ni de ser reprendido.

Pero la primera persona expresamente mencionada como profeta, y eso de parte de Dios directamente, fue Abraham (Gn. 20: 7); y acerca del cuidado que Dios tenía y tiene por sus hombres, leemos en la Biblia:

“No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” (Salmo 105: 14, 15).
También en 1 Crónicas 16: 22,

“No permitió que nadie los oprimiese; antes por amor de ellos castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”

Abraham fue vindicado por Dios por el hecho de ser profeta, y por tanto, ungido del Señor.
En el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, los ungidos pertenecían a tres clases oficiales:
1. Los profetas
2. Los sacerdotes
3. Los reyes

En el Israel del Antiguo Testamento, esos tres descritos se correspondían con personas que fueron apartadas para Dios para sus correspondientes trabajos u oficios. Los profetas eran llamados y ungidos directamente por Dios con Su Espíritu (Nm. 11: 29). Los sacerdotes y los reyes eran ungidos con aceite para desempeñar sus oficios, después de lo cual se les llamaba, y así eran reconocidos, los “ungidos de Jehová” (ver Ex. 30: 22-31; 37: 29; 40: 12-16; Lev. 4: 16; 6: 20; Nm. 3: 3; 35: 25; 1 S. 2: 10; 10: 1; 16: 12, 13; 2 S.1: 21; 2: 4; 5: 3; 23: 1; Is. 61: 1; Lc. 2: 26; Lc. 4: 18; Hchs. 4: 27; 10: 38)

Esos tres oficios mencionados, iban a ser a ser recogidos y colocados sobre Jesús de Nazaret, el Mesías – que significa el Ungido – por lo tanto Jesucristo es el Ungido por excelencia; y cada uno de sus salvados somos sus ungidos, porque Él es el Ungido (2 Co. 1: 21), que por Su Espíritu ha venido a morar en cada uno de nosotros, siendo nosotros uno en Él y con Él... ¡y no hay diferencias entre unos y otros en ese contexto y en esta dispensación!

En este tiempo, sea lo que en principio signifique “no tocar a los ungidos” – deberá aplicarse a todos los creyentes sin distinción, y no meramente a unos exclusivos y públicos líderes. ¡O todos, o ninguno!

“Los sacerdotes, y más aún, los sumos sacerdotes – debían ser personas intachables, y si no, debían ser consecuentemente reprendidos, cosa que por ejemplo no hizo Elí con sus hijos que eran sacerdotes, y le vino por ello en su momento el juicio terrible de Dios – 1 S. 2: 12-25”
Finalmente ¿Qué significa “no tocar a los ungidos”? En el Antiguo Testamento, el “no tocar” a los ungidos ni a los profetas, tenía el sentido de no hacerles mal, ni de injustamente agraviarles o matarles. El caso muy concreto fue el de Abimelec cuando estuvo a punto de tomar por concubina a Sara, la esposa de Abraham y Dios intervino directamente como lo hizo (ver Gn. 20: 3-7), por ser él un ungido.

Efectivamente, en ese caso, ese hombre, Abimelec, aun y en su ignorancia, estuvo a punto de cometer un gran pecado, ofendiendo y dañando a Sara y a Abraham .

Otro caso, fue el de David y el rey Saúl: En 1 de Samuel 24, encontramos que el rey Saúl, empecinada e injustamente, perseguía con ahínco satánico a David para darle muerte. No obstante, y a pesar de su obstinación, Dios entregó a Saúl en manos de David dos veces; la primera vez, en aquella cueva del desierto de En-gadi. Hubiera podido David matar a Saúl allí mismo, pero conque aquél era todavía el rey ungido de Israel, no lo hizo, y estas fueron sus palabras:
“Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová” (1 Samuel 24: 6)

Más tarde, la misma situación se repitió, y David volvió a negarse a dar muerte a su terrible enemigo:

“Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no le daré segundo golpe. Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?” (1 Samuel 26: 8, 9)

Claramente podemos ver que en ese caso, "la ley prohibía dar muerte a Saúl, por ser el ungido de Dios para reinar", aunque ya Dios lo había desechado. David no se atrevió a dañarle, menos todavía, matarle a causa de esa palabra: “No toquéis a mis ungidos” (S. 105).

¿Qué tendrá que ver esto, con no reprender a aquellos que en la actualidad predican al pueblo de Dios? ¡Absolutamente, nada! En ningún modo se puede justificar con esta frase veterotestamentaria (S. 105), que no debamos atrevernos a cuestionar las enseñanzas de algunos de estos líderes “ungidos” de la actualidad, y a ellos mismos – muchos de ellos que lo son sólo en apariencia - ¡En ningún modo!

David, aunque pudo, no dañó ni dio muerte a Saúl por dos veces; es decir, no le “tocó”, no obstante, sí le reprendió en presencia de todo su ejército, por lo menos dos veces (ver 1 S. 24: 10-15; 26: 17-20).

Todos los ungidos del Antiguo Testamento, incluido el propio David, fueron debidamente reprendidos, incluso públicamente, por los profetas de Dios; la Biblia ofrece una amplia exposición de todo ello. Así también ha sido en el Nuevo Testamento, como vimos, con el caso de Pablo hacia Pedro, etc.

“El rey Saúl, aunque no fue “tocado” por David, si fue reprendido por él públicamente”

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina“ (2 Timoteo 4: 1, 2)

Por lo tanto, no se puede esgrimir el texto bíblico de “no tocar a los ungidos” a la hora de vernos refutar, reprender, exhortar, redargüir, combatir las falsas enseñanzas y a los que las promueven:

- Porque el “no tocar” se refiere a no dañar injustamente, maldecir, matar, descalificar, calumniar, infamar; en definitiva, destruir.

- Porque en la actualidad los ungidos, no son una clase sacerdotal aparte, sino que todos los verdaderos creyentes somos ungidos.

- Porque es un deber del cristiano el hacer una defensa ardiente de la fe una vez dada a los santos a causa de que han entrado encubiertamente hombres impíos en el seno eclesial (Judas 3, 4)

2 ¿No debemos juzgar?

Equivocadamente muchos hoy en día, escudándose en un sentido humanista del amor y de la ética, creen que es incorrecto, no sólo delatar el error, sino además, dar a conocer los autores del mismo.

Aquellos que exhortamos a quienes no aplican lo que predican o no tienen su corazon dispuesto a recibir exhortaciones que vienen de Dios, estamos siendo ferozmente increpados, acusados de ser descorteses y faltos de amor. Algunos todavía van más lejos tomándose el incierto lujo de acusarnos de envidiosos o de llenos de odio. O sea, que en un sentido, ¡están haciendo “peor que nosotros”!
Uno de los famosos dichos que esgrimen para no hacer, ni permitir hacer una defensa de la fe, es el de “no juzgar”. Uno de los versículos mal usados de la Biblia para ello, es: "No juzguéis, para que no seáis juzgados" (Mateo 7: 1). Pero todos sabemos que cada versículo de la Escritura debe ser entendido en su contexto, y no de manera aislada, y menos aún, intencionada.

Se desmonta fácilmente la errónea intencionalidad al usar ese versículo de forma aislada, cuando examinamos su contexto:

“Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7: 2-5)

Claramente vemos que el tipo de juicio al que se refiere el Señor – el cual además tiene la implicación de “juzgar condenando” (krínete en gr.) - se refiere a un juicio hipócrita, es decir, basado en el fingimiento, doblez y ceguera voluntaria, y no en la verdad de la Escritura.
“El hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe juzgar a otro que tiene una paja en el suyo. La enseñanza es clara; usted no puede juzgar a otro acerca de su pecado, si usted es culpable del mismo pecado” (1) Eso dista muy, y mucho de hacer un juicio justo, conforme a la Escritura, como el Señor Jesús nos alienta a hacer en Juan 7: 24; “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”.

Aquellos que se aferran a "no juzguéis, para que no seáis juzgados", al condenar a aquellos que delatan el error, deberían leer el capítulo entero. Jesús dijo, "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas...." (v. 15). ¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas, si no los juzgamos de acuerdo a la Palabra de Dios? (2)

Algunos se acogen a otro pasaje bíblico para argumentar que no debemos juzgar:
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?” (Santiago 4: 10, 11)
Nótese que dice murmurar, y ese juzgar al hermano va en ese mismo contexto, por lo tanto no es un sano juzgar, sino más bien un dañar injustamente, o un “tocar” al hermano. Evidentemente eso no lo debemos hacer, pero esto dista mucho de la apologética o defensa de la fe tal y como venimos enseñando.

“Esto se refiere a calumniar o difamar. Santiago no prohíbe la confrontación de quienes están en pecado, lo cual se manda en otros pasajes bíblicos (Mt. 18: 15-17; Hchs. 20: 31; 1 Co. 4: 14; Col. 1: 28; Ti. 1: 13; 2: 15; 3: 10). Más bien condena las acusaciones negligentes, derogatorias y maledicientes en contra de otros”

¿Con qué autoridad podemos y debemos reprender y corregir? Con la que nos concede la Palabra de Dios.
Es la Palabra de Dios la que juzga, y no nuestro parecer humano. Es la Palabra de Dios la que descalifica lo incalificable, la que reprende lo reprensible, la que corrige lo incorregible, la que separa lo inseparable, la que destruye lo destructivo. La que juzga es la misma Palabra de Dios, y esa Palabra de Dios, cual espada de dos filos (He. 4: 12; Ef. 6: 17), ¡ha de ser consecuentemente esgrimida con rigor!
La Palabra, cual espada del Espíritu, tiene que ser desenvainada y blandida con rigor y con amor.

“Y tomad la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios – Ef. 6: 17”
No vale con decir, como muchos hacen: “Ya Dios les juzgará, y usted sólo dedíquese a orar y a llevar la palabra a los perdidos”.
¡No! eso no es así. Usted y yo tenemos la tremenda responsabilidad ante Dios de ser sal y ser luz (Mt. 5: 13, 14); de no participar en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprenderlas (Ef. 5:11); de hacer un azote de cuerdas y echar fuera del templo de Dios todo lo que no es de Dios, y no permitir que se haga de la casa del Padre, casa de mercado, aun y a tenor de ser considerados faltos de amor, ásperos o desagradables como pensaron que lo fue nuestro Señor cuando así literalmente él hizo (Juan 2: 3-16).

No podemos vivir un cristianismo pasivo, sincrético y ajeno a lo que otros hacen. Existe un Tribunal, el de Cristo que nos juzgará severamente si no hacemos como el Maestro hizo y nos enseñó a hacer (2 Co. 5: 10).

Tenemos la enorme e ingrata responsabilidad de parte de Dios en Su Palabra, de juzgar todas las cosas (1 Co. 2: 15), por amor, no sólo a los perdidos, sino mayormente a los salvos, pero que están o pueden estar en gran peligro por llegar a seguir los postulados demoníacos de muchos falsos maestros y profetas, que enseñan la falsa prosperidad/doctrina de pactos con Dios, el falso mover y manifestación del Espíritu Santo, el falso avivamiento, la fe en la fe, la visualización, la confesión positiva, el pensamiento positivo/posibilista, la doctrina de los pequeños dioses, la teología del dominio o dominionismo, etc. etc. etc. ¡No, no vale con argumentar “ya les juzgará Dios”! Dios quiere que les juzguemos nosotros y ahora (1 Co. 5: 12), no con condenación, sino poniendo a la luz lo que hacen para que los demás sean advertidos y se aparten.

"Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos". (Romanos 16:17)

"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1)

"Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas" (Efesios 5:11)

“Desde los púlpitos, plataformas mediáticas, usando todo medio a nuestra disposición, es menester hoy más que nunca refutar, redargüir, reprender, exhortar y elevar la verdad doctrinal por encima de las cabezas de los que quieran atender”

“No hay nada que haga más daño que el silencio de los inocentes o el silencio de los "buenos", en nuestro caso, el silencio de los buenos cristianos.

No podemos jugar más al cómodo y pueril “silencio de los corderos”, el deber de cada verdadero creyente es el de ser celoso y activo en la defensa de la fe:

“Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad” (Tito 1: 13, 14)

El miedo a levantar la voz, no es manifestación del amor sino que es obra del enemigo, no nos engañemos. Ahora es tiempo de proclamar desde las azoteas eclesiales (Lc. 12: 3) el valiente mensaje de exhortación y reprensión porque la palabra profética se está cumpliendo de forma ineludible en estos nuestros días finales:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4: 3, 4)

Más que nunca antes, es menester que cada verdadero creyente se levante como fiel atalaya de Cristo, no consintiendo el engaño y la falacia, sino predicando la Palabra, instando a tiempo y fuera de tiempo, redarguyendo, reprendiendo, exhortando con toda paciencia y con la doctrina de Cristo.
Tristemente, hoy en día, los que son llamados a ser ese tipo de atalayas celosos de Dios, están durmiendo en sus puestos de guardia, cumpliéndose a cabalidad el dicho del profeta Isaías:

“Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado”. (Isaías 56: 9-11)

Cuando uno busca sólo su propio provecho, sólo busca el provecho del diablo. Cuando uno sólo busca el Reino de Dios y Su justicia, sólo está buscando el provecho de Dios. Hagamos esto último, aunque muchos rechinen los dientes y continúen maldiciéndonos.

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” (Mateo 5: 10-12)

Dios les continúe bendiciendo. ¡El Señor Jesús viene pronto!

viernes, 12 de febrero de 2010

FAMILIA Y REINO DE DIOS

Ciertamente muchas familias creen en Jesús y quieren honradamente seguirlo, colaborando para construir el Reino de su Padre Dios. Intentamos en este capítulo esclarecer la relación existente entre la construcción del Reino y la familia. Una verdadera Familia" es la que... hace todo lo contrario de lo que hace ese tipo de familia que sólo piensa en su propio interés, sin preocuparse por los sufrimientos de los otros: la aspiración suprema de ésta es no complicarse la vida, pues su horizonte es vivir lo mejor que se pueda, sin importar cómo. A Jesús, su familia nunca le encerró en sí mismo. Es más, la conciencia de su misión le impulsó a dejar su propia casa. Y a partir de entonces viaja casi continuamente, sin establecerse en ninguno de los sitios a los que llega. "Este Hombre no tiene ni dónde descansar la cabeza" (Mt 8,20). En Cafarnaún la gente le insistía "para que no se fuera de su pueblo. Pero él les dijo: Debo anunciar también en otras ciudades la Buena Nueva del Reino de Dios, porque para eso fui enviado" (Lc 4,42-43). Cuando Jesús llama a sus apóstoles, éstos dejan su oficio y su familia para seguirle (Mc 2,14). "Todo el que deja su casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades por amor de mi nombre recibirá cien veces lo que dejó y tendrá por herencia la vida eterna" (Mt 19,29). No todos están llamados a dejar la propia familia, pero sí lo están a mantenerse abiertos a los problemas de los demás. Jesús nos enseña que no debemos limitar nuestras preocupaciones al pequeño mundo de la familia. Debe haber tiempo para oír la Palabra de Dios, para formarse mejor, para comunicarse con los demás, para luchar por que el Reino de Dios se haga presente. Esta es la lección que Jesús dio a Marta cuando ésta presentó su reclamo porque María estaba sentada escuchándolo: "Señor, ¿no se te da nada que mi hermana me deje sola para atender? Dile que me ayude. Pero el Señor le respondió: Marta, Marta, tú te inquietas y te preocupas por muchas cosas, sin embargo, pocas son necesarias, o más bien una sola cosa es necesaria. María escogió la parte mejor, que no le será quitada" (Lc 11,40-42). La verdadera familia cristiana enseña a vivir en profundidad el amor mutuo, pero rompiendo los muros en que instintivamente tiende a encerrarse ese amor. Será tanto más cristiana la familia cuanto más vaya dejando de ser exclusiva, cuanto más vaya queriendo como verdaderos hermanos a los que no lo son. A los prójimos hay que hacerlos cada vez más próximos; mirándolos a ellos hay que ver a Jesús. La dedicación de Jesús al Reino de Dios no quiere decir que descuidó los deberes para con su madre. Tenemos un indicio claro de que Jesús se preocupó de la situación de ella cuando en la cruz, poco antes de morir, "al ver a su madre y junto a ella a su discípulo más querido, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo" (Jn 19,26). El hecho de que se insista en el servicio de la familia a la comunidad no quiere decir que la comunidad sea una alternativa a la familia. Porque la familia desempeña funciones y tareas que no pueden ser desempeñadas por ningún otro grupo humano. Los cuidados y atenciones que recibe el niño, primero de la madre, y más tarde también del padre, no pueden ser sustituidos por nadie. La comunidad es un principio de enriquecimiento humano para la familia. Porque la comunidad de fe se construye sobre la base de la libertad y la igualdad entre todos, con una indispensable dosis de confianza y transparencia. Y cuando la familia se abre a la experiencia comunitaria, compartida con otras personas, entonces, lógicamente, las relaciones humanas se hacen más sanas y más limpias en el grupo familiar. Hemos visto que el Evangelio y la familia no siempre coinciden . Y no sólo no coinciden, sino que, incluso, son dos realidades que corren el peligro de enfrentarse. En cierta ocasión "estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó: Oye, tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo. Pero Jesús contestó al que le avisaba: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: aquí están mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es hermano mío y hermana y madre" (Mt 12,46-50). Una cosa resulta clara en este pasaje, a primera vista un tanto extraño: Jesús se siente más vinculado a su comunidad de discípulos que a su familia humana: antepone la comunidad a la familia. Es que Jesús viene a establecer un nuevo orden de relaciones humanas, basadas precisamente en que Dios es el Padre de todos y, por consiguiente, todos los hombres somos hermanos. De esta manera, la familia pasa a segundo término en las intenciones y preocupaciones de Jesús. El centro es la relación con Dios como Padre y la relación con todos los hombres como hermanos. Así se comprende la significación tan honda que tienen aquellas palabras que puso Juan en el prólogo de su Evangelio: (La Palabra) vino a su casa, pero los suyos no la acogieron. En cambio, a cuantos la recibieron, los hizo capaces de hacerse hijos de Dios; son los que mantienen la adhesión a su persona. Y éstos no nacieron de una sangre cualquiera, ni por designio de una carne cualquiera, ni por designio de un varón cualquiera, sino que nacieron de Dios" (Jn 1,11-13). No es ya la familia, ni el parentesco humano, lo que cuenta en el proyecto de Jesús, sino la nueva gran familia de los "que mantienen la adhesión a su persona", con lo que son "capaces de hacerse hijos de Dios". Jesús exige a sus seguidores una libertad total con relación a su propia familia. De la misma manera con que Jesús exige a los discípulos vivir libres con relación al dinero, al poder y al prestigio, igualmente exige también a sus seguidores una libertad real con relación a todo lo que crea dependencias y ataduras basadas en los lazos humanos que brotan del afecto familiar. Por eso, Jesús no acepta ni la despedida de los parientes, ni aun siquiera el entierro del propio padre (Lc 9, 59-62). Por eso también, Jesús no reconoce más familia que la comunidad de sus seguidores y ni siquiera acepta los elogios que se hacen a su madre (Mt 12, 46-50). La libertad para trabajar por el Reino lleva consigo, inevitablemente, enfrentamientos, conflictos, odios y rencores, que a veces pueden llegar a causar la misma muerte. Por eso Jesús habla de la división y las espadas que él ha venido a introducir en el seno de la familia (Mt 10, 34-37). Jesús anuncia el odio que va a nacer entre padres e hijos (Lc 14,26; 21, 16-18). Y les dice a los suyos que todo el mundo les va a odiar por causa de él. Por consiguiente, está claro que el Evangelio no presenta la unidad familiar como un valor supremo. Hay algo que está por encima del amor entre padres e hijos y hermanos de la misma sangre. Estos conflictos, odios y rencores tienen su explicación en una cosa: el que quiera seguir a Jesús, tiene que renegar de sí mismo y cargar con su cruz (Mt 10,38; 16,24; Mc 8,34; 10,32; Lc 9,23; Jn 12,26; 13,36-37; 21,19). Es decir, el que quiera ser creyente de verdad, tiene que renunciar al deseo de acaparar, a la pasión por dominar y mandar, y a la pretensión por sobresalir y brillar. Pero no sólo eso. El que quiera ser creyente de verdad, tiene que aceptar el ser tenido por un delincuente al que hay que ejecutar (eso es "cargar con la cruz" ). Y la experiencia nos enseña que lo que casi toda familia fomenta es que sus miembros tengan mucho, que suban todo lo que puedan en la vida y que brillen lo más posible. Y no es que Jesús pretenda que los creyentes sean despreciados u odiados. Es que él sabe perfectamente que el modelo de sociedad en que vivimos está basado sobre los pilares del dinero, del poder y del prestigio. Y el que se enfrenta a esos pilares, como lo hizo Jesús, corre la misma suerte que él corrió. He ahí el secreto y la explicación del conflicto cristiano entre el Evangelio y la familia. Con frecuencia se ha pensado que la familia no está llamada a seguir de cerca a Jesús. Eso de la perfección cristiana era sólo para los que tenían "vocación". Para los casados había otro camino: el Evangelio era para ellos sólo algo remoto, que había que cumplir únicamente en los puntos imprescindible para salvarse. Pero el llamamiento de Jesús a seguirlo es para todos los que dicen tener fe en él. Y él no solamente llama a cada persona, sino a la familia y a la sociedad toda. Si una familia quiere ser cristiana ha de estar dispuesta a seguir a Jesús, viviendo con él, y así continuar en la tierra su actitud ante la vida, su fe en el Padre Dios, su fraternidad, sus esfuerzos por ir construyendo el Reinado del Padre. La familia cristiana trata a todos como hermanos en plano de igualdad; lucha contra el egoísmo y contra toda clase de avaricia; orienta su vida desde el amor. Su preocupación central no consiste ya en prosperar, sino en cómo construir comunidades de hermanos. Los seguidores de Jesús no pueden aceptar nada que suponga disminución, atropello o supresión de la dignidad de una persona; y están dispuesto a enfrentarse con los poderes que intenten reprimir, explotar o manipular esta dignidad. Este servir a Dios, haciendo propia la causa del hombre, fue la misión de Jesús. La gloria de Dios es la dignificación de la persona humana. El quiere a todos los hombres bajo un único señorío de Dios, como Padre, donde todos vivamos como hermanos y donde todos nos guiemos por la verdad, la justicia y el amor. Estos son los ideales de todo el que quiera seguir a Jesús, sea que se encuentre solo o acompañado, soltero o casado. Estos deben ser, pues, los ideales que debe vivir toda familia que de verdad quiera ser cristiana. Solamente situándonos en la perspectiva del Reino podremos comprender el profundo significado del matrimonio cristiano. Sin la perspectiva del Reino el amor de la pareja se convierte en un juego solitario sometido al azar de la pasión y de los sentimentalismos. El amor de la pareja fuera de su contexto humano y político es un amor reaccionario; es un amor encerrado en sí mismo y, por lo tanto, un no-amor. Los valores del Reino los encontramos sintetizados en las bienaventuranzas (Mt 5, 3-12). Conoceremos algo del Reino a través de los pobres, de los que sufren, de los que tienen hambre y sed de justicia, de los que prestan ayuda, de los limpios de corazón, de los que trabajan por la paz, de los que viven perseguidos por su fidelidad. El amor de la pareja tiene que insertarse ahí, en el contexto concreto de las bienaventuranzas. El matrimonio cristiano tiene que ser compromiso social, y no, como sucede con frecuencia, tumba en la que se entierra el compromiso. La pareja creyente tiene como meta el ser feliz haciendo felices a los demás. Casarse cristianamente supone un compromiso social en pareja. En una perspectiva bíblica el matrimonio y la familia se deben convertir en una comunidad de amor abierto y universal. En el Antiguo Testamento, el matrimonio es comparado con el amor de Dios hacia su pueblo. Y en el Nuevo, es imagen de la unión y amor de Cristo con la Iglesia-Humanidad. El amor de Dios es integrador, es fuerza que acoge en sí a todos los hombres y de esta forma crea fraternidad. El amor de Dios está abierto a todos como fuerza de bien, de bondad, de perdón, de fidelidad... El amor de Dios es Cristo mismo. Por eso, el matrimonio será imagen de Dios en la medida en que su amor no se quede en los dos, en la medida en que su amor sea integrador, fuerza abierta a crear la unidad de la humanidad. Y será también imagen de Dios en la medida en que su amor sea la fuerza de bien y de bondad que ayude a salvar a los hombres de sus egoísmos. Según lo dicho, el matrimonio no es una meta para lograr unidad y amor de los dos, sino un punto de partida para llegar a ser unidad que integre y acoja, y amor que salve. Esta es la meta. Planteado así el matrimonio, tendríamos que llegar a la conclusión de que, lejos de ser la tumba donde mueren y se entierran los grandes y nobles compromisos sociales, debe ser como el generador que crea y potencia todo compromiso social, pues él mismo es compromiso social. Es la misma fuerza de la unidad y amor de la pareja la engendradora de tales compromisos, porque el amor de por sí es abierto, dinámico, creador. El matrimonio cristiano no se reduce, pues, a casarse por la Iglesia. Es necesario casarse para la Iglesia y para el mundo. Lo que fue decisivo para Jesús, debe serlo también para la familia que creen en Jesús. Por ello cualquier proyecto de familia vivido desde la fe debe estar subordinado a la implantación del Reino de Dios, tal como lo hizo Jesús.











ZAUDITH ALABA AL SEÑOR

ZAUDITH ALABA AL SEÑOR

LINEY CASTRO PEÑA-HERMANA DE ZAUDITH DA GRACIAS A DIOS.

LINEY CASTRO PEÑA-HERMANA DE ZAUDITH DA GRACIAS A DIOS.









LAURA Y LUIS GUILLERMO GALEZZO SOBRINOS DE ZAUDITH TAMBIEN LE DAN LA GLORIA A DIOS

LAURA Y LUIS GUILLERMO GALEZZO SOBRINOS DE ZAUDITH TAMBIEN LE DAN LA GLORIA A DIOS




ELIECER NUÑEZ-CILIA PEÑA, TIOS DE ZAUDITH ALABANDO AL DIOS ALTISIMO

ELIECER NUÑEZ-CILIA PEÑA, TIOS DE ZAUDITH ALABANDO AL  DIOS ALTISIMO

PEDRO NELPEÑA DORMELINA CABRALES LINEY PEÑA CABRALES ALFONSO CASTRO PEÑA ADRIANA ALZATE

PEDRO NELPEÑA DORMELINA CABRALES LINEY PEÑA CABRALES ALFONSO CASTRO PEÑA ADRIANA ALZATE














































UNIDOS EN UN MISMO SENTIR-CLAMANDO Y PROCLAMANDO

UNIDOS EN UN MISMO SENTIR-CLAMANDO Y PROCLAMANDO
VECINOS-FAMILIA












SEGUNDA VIGILIA

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FAMILIA BENDECIDA





PRIMERA VIGILIA

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ZAUDITH CASTRO PEÑA

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ROSIRIS PEÑA CABRALES, UNA MADRE AFLIGIDA, CONVOCA A FAMILIARES AMIGOS Y VECINOS DE SU HIJA ZAUDITH CASTRO PEÑA UNA JOVEN DE 26 AÑOS A QUIEN LE FUERA DIAGNOSTICADO UN CARCINOMA DUCTAL POBREMENTE DIFERENCIADO DE TIPO NO ESPECIAL CON UN GRAVE PRONOSTICO, A SERVICIOS DE VIGILIAS Y ORACIONES INICIALMENTE EN SU RESIDENCIA, POSTERIORMENTE EN VARIAS RESIDENCIAS DE FAMILIARES Y VECINOS, SINTIENDO UN TREMENDO GOZO AL VER LAS MANIFESTACIONES DE SOLIDARIDAD, AMISTAD Y APRECIO GLORIFICANDOSE ASI EL NOMBRE DEL SEÑOR. GRACIAS DIOS. BENDICELOS A TODOS!



ZAUDITH CASTRO EN SU PRIMERA OPERACION

ZAUDITH CASTRO EN SU PRIMERA OPERACION

ROSIRIS PEÑA CABRALES-MADRE DE ZAUDITH

ROSIRIS PEÑA CABRALES-MADRE DE ZAUDITH




HERMANA BLANCA TORRES

HERMANA BLANCA TORRES
Madre espiritual de Zaudith Castro Peña-Una gran guerrera

FAMILIA UNIDA

FAMILIA UNIDA
Clamor unificado

ZAUDITH

ZAUDITH
Alabando al Señor-Confiando solo en El






ABUELITOS, CUÑADOS, TIOS, PRIMOS-VECINOS

ABUELITOS, CUÑADOS, TIOS, PRIMOS-VECINOS
Todos unidos en un mismo sentir